viernes, febrero 22, 2008

vida post-industrial #01#

Estoy al pie de uno alto polimorfo poliédrico de color rojo caravista y quemazón. Los calentadores del agua están quemados y vueltos a quemar y las casas también se quemaron, y todo lo que había dentro. Subo algunas plantas pero no encuentro nada de valor. Ahora siento el Subterráneo y el latido de su corazón ácido y hay un tío que corre tras la Voz y un ruso del revés que acaba de ver a Dios me dice dame crack dame crack ¿tienes crack? 20 pounds 20 pounds tengo 20 pounds, dame 20 pounds de crack por favor . Y tiene las fosas nasales completamente entre sanguinolentas y carcomidas de polvo blanco y ojos de color estertor que supuran bilis . Y una tipa quería algo conmigo, pero yo no me enteraba. Tres palmos blancos hacen perder la noción.

Y acabo levitando en el templo Saminarayam de Neasden y por unos instantes todo cuadra completamente, y por eso sé que todo saldrá bien, aunque haya que atravesar el Parque de Stonebridge con todos esos chavales que fuman big zookas en la parada del autobús y un montón de gente como el ruso pero que dicen dame monedas jefe dame monedas dame un cigarro jefe. Y el abismo no es tal y el verde está cerca, casi al alcance del sobaco y el olor de la rave, entre sudor de quimicefa resudado, agrio de alcohol y el humo y toda la basura acumulada allí tras varios fines de semana haciendo la party en el mismo sitio. Hay un pequeño silbato que suena solo. Police line do not cross. Al lado de casa. Caliente caliente.

Me subo en un coche que hay en la puerta y que va a juego con los edificios. Es rojo y con alguna raya blanca y dentro huele a nagchampa. Y veo cómo me alejo entre una nube de polvo. Veo a través del polvo y lo que veo no me parece ajeno. Veo cosas, muchas cosas, indescriptibles todas ellas. Veo sonidos inescrutables, veo muchos ruiditos del microcosmos y del macrocosmos que son máquinas de escribir extáticas y el zumbido de las estrellas sonando boca abajo.

La Londra, año 2001.